):

[Sophonax]

Marluxia desapareció, dejándo un rastro de pétalos de rosa.
—¡Maricón! ¡Vuelve aquí!

xDDD

Está bien, cada vez me gusta más. Me he fijado en una cosa y es que describes más detalladamente las partes donde hay acción que las más relajadas... no se si es bueno o malo, es solo una observación xD

Te está quedando muy guay, ¡continua! y siento no poder hacerte la revisión, soy nefasto para estás cosas xD

PD:Apuesto un brazo a que el personaje principal está basado en tí

[Dahlia]

Jajaja... este capi ha sido mi favorito, me encanta la forma en la que has metido a Xefil en el Castillo del Olvido.
Y lo de "junto con el pato y la cosa desconocida" xD
Bueno, una falta que he visto es que has escrito "bazar" con dos "a". Prefiero no hacer yo tampoco la revisión, porque como cometa yo la falta... Sigue con la historia!! ^^

[Sendrax]

Me ha encantado este capitulo, supiste meter de una manera logica a Felix en todo el argumento, con respecto a la ortografia, creo que tampoco sere yo el que la revise ya que yo tambien soy malo para eso. Sigue con esa inspiración XD.

[Axelpower]

Un fic genial, me está encantando por el momento. Sigue así.

Aunque a mí no se me de tan bien la ortografía como a Narrador, si he encontrado algunas cosas a lo largo de la historia que no me han terminado de convencer. Es una revisión muy larga, así que la pongo en spoiler.

[spoiler]

Merlín había logrado enseñarles a sanar heridas, canalizar fuego y aire.

Deberías sustituir la coma por un "y a"

El brazo de Félix ya estaba curado, junto con lo que quedaba de sus quemaduras, sin dejar cicatrices.

En lugar de eso, yo pondría un "al igual que". También eliminaría el "sin dejar cicatrices" o sustituiría el "ya estaba curado" por "se había curado". Aunque no es exactamente lo mismo, en mi opinión tampoco queda mal (es solo mi opinión, no tienes por qué hacerme caso)

Él y Félix ya habían llegado de nuevo al Mundo Inexistente. Merlín había logrado enseñarles a sanar heridas, canalizar fuego y aire. El brazo de Félix ya estaba curado, junto con lo que quedaba de sus quemaduras, sin dejar cicatrices. En cuanto habían llegado (...)

Quita uno de los dos (yo te recomiendo dejar el primero y quitar el segundo)

(...) y le contó lo que había sucedido. Desde su escalada a la torre hasta la pequeña carta de su Sincorazón. (...)

Ahí quedaría mejor una coma, y entre "la torre" y "hasta", otra.

—Eso es lo que parece. Yo… o mi Sincorazón, estaba allí. Vi a Sora liberar su corazón, luego nació su Sincorazón, tú y otro Incorpóreo –explicó Félix.
—¿Otro?
—Eso parecía.

Dos frases muy parecidas juntas. Yo cambiaría la primera por algo del estilo "Estoy casi seguro de que sí", o el segundo "parecía" por un creo

(...) Pero seguro que Xemnas lo sabía, incluso (...)

Ahí va el verbo en presente, puesto que Xemnas no lo ha olvidado, lo sigue sabiendo.

—Jamás había escuchado algo como eso.
—Vamos, debe de haber alguna misión— dijo Roxas, cambiando repentinamente de tema.

Un cambio de tema demasiado brusco. Deberías dejar una pequeña pausa entre esos dos párrafos.

(...)a la sala de los tronos, dónde el trono de Félix no había aumentado ni un palmo(...)

Repites la misma palabra en dos oraciones muy cercanas. Yo lo pondría así:

"a la sala de los tronos. Félix se quedó mirando el suyo, que no había aumentado ni un palmo"

(...)y se sentó en su trono. Esperó unos momentos y Xigbar apareció en su trono(...)

Te digo lo mismo que antes. Sustituye el texto en cursiva por "Tras unos momentos de espera, Xigbar apareció sentado en el suyo"

(...)ahora. Han llamado para(...)

—¿Ya tenían todo (...)

(...)Bien, vayan.(...)

Sé que eso es mexicano, pero correctamente sería "Habéis", "lo teníais" y "id" o "iros". Pero como ya te he dicho, sé que es mexicano, por lo que no es necesario que lo cambies si no quieres.

(...)carcajadas y finalmente (...)

Yo pondría una coma detrás de "carcajadas" y sustituiría la "y" por "hasta que"

(...)hombre del bazaar a Félix (...)

Como ya ha dicho Dahlia, bazar va con una sola "a"

Solamente mirando

Debería ser "Solamente estamos mirando"

mucho en vencerlo, trabajaban muy bien como

En lugar de la coma quedaría mejor una expresión del tipo "puesto que"

—¡Ay! Ése es mi pie.
—Lo siento.
—¿Axel? ¿Eres tú? —preguntó Félix.

Si se supone que esa es la voz de Axel (o al menos eso me ha parecido entender), deberías indicarlo diciendo algo como "-dijo una voz conocida-"

(...)—Va… ¿Qué haces aquí? (...)

(...)—Va. Roxas, lo lamento… (...)

Supongo que eso debe ser una expresión mexicana, pero en el caso de que no lo sea, está mal.

completamente blanco, varias columnas

En lugar de la coma, quedaría mejor un "en el que"

(...)habitaciones más y se encontraron con Marluxia.(...)

Quedaría mejor un "hasta que".

(...) su cara siempre emanaba seriedad. (...)

Esto, más que un error ortográfico o gramatical, es de adaptación. A no ser que mi memoria falle, Marluxia nunca estaba serio, sino que tenía una sonrisa irónica y burlona.

—Distráelo… Yo iré con Sora, no puedo dejar que llegue hasta acá —le susurró Axel al oído

Aquí deberías dejar más claro a quién se lo dice Axel, puesto que da la impresión de que es a Marluxia.

—Ya volví…

Lo sé, mexicano. Pero en castellano sería "Ya he vuelto"

escuchó Félix detrás de sí. El sonido del aire al rasgarse y un liquido caliente correr por su espalda. Cayó al suelo entre gemidos, intentando enfocar su energía.

Un error de coherencia. Esa oración no está unida al resto. Debería empezar así: "De repente, sintió el sonido..."

(...) tú y Larxene se apoderan de la Organización (...)

Aunque posiblemente sea otro mexicanismo, debería ir "os apoderáis"

—La Organización… Cura… ha sido traicionada. ¡Te eliminaré!

Si ese Cura es un hechizo, está mal puesto. Debe ir al principio o al final de la oración.

Félix fue capaz de esquivar con una voltereta hacia atrás

Deberías decir "fue capaz de esquivar el golpe"

menor que Félix, se le veía pequeña

Si es una chica, debería ir un "la" en lugar del "le"

—Después de terminar contigo y con Axel, Marluxia es el que sigue —exclamó Sora, levantando su Llave.
—No quisiera luchar contigo, Sora. Tenemos mucho en común, pero… —¡Pero no podemos desobedecer a la Organización! —gritó Axel, mientras se lanzaba contra Sora, con una ráfaga de fuego siguiéndole.

No queda claro quien dice esa frase. Deberías indicarlo, ya que el texto es bastante confuso.

(...) atada con cuardas de pétalos (...)

Supongo que querías decir cuerdas.

Es gravedad…

Es LA gravedad

(...)su espada y planeó directamente(...)

Si lo que hacía era flotar gracias a la ausencia de gravedad, entonces no es planear. Es flotar (creo)

[/spoiler]


Bueno, aquí termina mi revisión. Te advierto de que muchos de los errores están vistos desde un punto de vista subjetivo, y que por tanto no es necesario que lo cambies todo. Por favor, los que leáis esto, dadme vuestra opinión sobre la crítica, en especial Zero.

[Soul Artist]

^ Buena crítica, como ya te comenté.

Buen capítulo, la cosa mejora cada vez más. Marluxia es un cabrón, por supuesto, y si no me equivoco, la conversación de Axel y Sora es la misma que en CoM, ¿no? Me gusta ese tipo de fidelidad.

Continuar es bueno.

[Zee]

see, lo es xDDD estaba en el modo teatro del Re xD el problema no fue traducir (para nada), fue díficil poner a Félix ahí DDD:

ya no falta mucho para el siguiente capi xD

[Zee]

Capitulo 10 Una ultima batalla

Félix tomó la daga sobrante y se dirigió a cortar las ataduras de Naminé. No lo había notado, pero también estaba amordazada, varios pétalos formaban otra delgada cuerda que cubría su boca.
—Descuida, ahora te desato. —tomó la daga flotante con delicadeza y susurró—: Piro.
De la punta surgió una pequeña llamarada. Con cuidado y respeto, Félix introdujo la mano libre en una cuerda, tiró un poco y acercó la flama.
Los pétalos se chamuscaron. Félix los apagó de un soplo y luego tiró de ambos extremos, dejando libre a Naminé. La chica se desató la cuerda que cubría su boca y susurró un leve ~ Gracias ~
—Ah, ya. No fue nada. Soy Xefil. Vamos, te llevaré con Sora —la tomó de la mano y tiró un poco, pero la chica no se movió. Tenía la cabeza gacha, levemente inclinada hacia la derecha.— Descuida, Naminé, yo estoy de tu lado.
—Pero… venías con Axel.
—¿Axel? Sí, sí venía con él. El muy listo era doble espía—Naminé seguía sin moverse.
—No… No te creo… Me han tratado tan mal.
Félix le tomó la otra mano antes de consolarle:
—Mira, los dos odiamos a Marluxia; los dos queremos que Sora le derrote, ¿por qué no confias por un rato en mí?
No hubo respuesta.
—Bien. En ese caso, vendrás conmigo “a la fuerza”.
Naminé levantó repentinamente la cabeza, aterrada, sin embargo, borró la expresión de su rostro cuando se dio cuenta de los métodos de Félix.
—¡Vuelo!
—¡Ah, que bien! Al fin dejaste de hablar en un susurro —Ambos jóvenes se encontraban levitando a varios centímetros de los mosaicos de mármol, lo suficiente para que los pies no toparan con el suelo, pero sin gastar demasiada energía.— Bueno, ahora si te vienes conmigo, por que esto no es tan fácil que digamos.
Cruzaron varias habitaciones. Félix intentó volver por donde había llegado, pero, después de varias salas, se perdió. Le pidió ayuda a Naminé, mas la chica estaba tan confundida como él. El brillante color blanco hacía que las salas parecieran inmensas y repetitivas, llegando al punto de la monotonía.
Después de un rato, llegaron a una habitación más grande que las demás. Félix cortó el flujo de energía, poniendo sus pie en el mármol. La enorme puerta, colocada al final de la habitación, hacía que Félix se sintiera muy pequeño. Un largo pasillo se encontraba en el lado opuesto, donde un trío le apuntaba con sus armas.
—¡Suelta a Naminé! —le gritó Sora.
—Tranquilízate, Sora. La acabo de rescatar —contestó Félx, tranquilo.
—¿Naminé?
La chica asintió con la cabeza. Ella y Félix se acercaron más a Sora. El trío bajó las armas, mas no bajaron la guardia. Félix tendió la mano en señal de paz.
—Soy Xefil.
Sora dudó, pero tomó la mano de Félix. Una extraña sensación sacudió a Félix, como si él y Sora se hubieran encontrado antes de eso.
—Soy Sora, como ya sabes. Estos son Donald y Goofy. Em, ¿puedo preguntarte algo?
—Em….Sí, claro.
—¿Por qué todos sus nombres llevan“x”? Igual que Vexen, Axel…
—Axel… ¿Tú…le venciste? —interrumpió Félix, haciendo caso omiso de la pregunta.
—Yo… Él desapareció…
Félix se quedó en silencio. Con la vista perdida en algún punto detrás de Sora. El elegido tuvo miedo de que Félix vengara a su compañero, ya había tenido suficiente con Vexen, Larxene y Axel. Sin embargo, el jóven respondió con una sonrisa:
—Descuida, Axel es un hueso duro de roer.Además…
—¡Xefil! —gritó Naminé. Gracias a sus reflejos, materializó sus dagas y se giró rápidamente. Marluxia se encontraba frente a la enorme puerta, sosteniendo a Naminé.
—¡Suéltala! — gritaron Sora y Félix, al unísono. Detrás, Donald y Goofy levantaron sus armas.
—Xefil. Veo que no conoces el castigo por traición. —dejó un espacio para que las palabras hicieran efecto. —Es la muerte… Y adivina quién es el encargado de eliminar.
—Axel —susurró Félix.
—Sería una ironía, ¿no lo crees?
—Axel no está aquí. ¡Y el traidor eres tú!
—Je. No creo poder con cuatro, entonces. Naminé, borra la memoria de Sora.
—Pero… Si lo hago, entonces… —intentó decir Naminé, aterrada.
—Su corazón colapsara y será mi marioneta. Lo hubiera preferido sin daño alguno, pero creo que podré reconstruirlo, parte por parte.
—¡No! Sora, me perdonó, aún después de lo que le hice. ¡No lo haré!
—¡Hazlo, Naminé! ¡Aún si pierdo mi memoria, tengo a mis amigos! ¡Ellos recordarán por mí! No necesito memoria para destruir a alguien como Marluxia… Yo prometí que te protegería. —vociferó Sora. Su valor era enorme, pensó Félix. Perder su memoria para proteger a Naminé…
—Veo que no entiendes. Si pierdes tu corazón, serás una marioneta sin razón de vida. Tal y como la pobre imitación de Riku…
—¡¡¡Piensa otra vez!!!
El muchacho de pelo plateado, al que Félix había visto en el reloj, saltó desde un portal de oscuridad, con la espada en la mano. Aún en el aire, atacó a Marluxia, quien, dejando a Naminé, saltó para esquivar el golpe.
—¡Riku! —gritó Sora, asombrado. El muchacho de cabello platado giró su cabeza y señaló:
—No. Sólo una imitación.
—Imbéciles —Marluxia hizo aparecer su guadaña. Se lanzó hacia el grupo de Sora, mientras Riku se llevaba a Naminé lejos de la batalla. Félix materializó su espada y planeó hacia el techo. Dio vueltas en círculos, esperando una oportunidad. Tal y cuando una halcón ataca a su presa, Félix bajó en picada, con la espada preparada. Marluxia parecía prever los ataques, porque, además de poder con Sora y compañía, fue capaz de desviar el ataque de Félix. Riku regresó justo a tiempo para bloquear un ataque, que si no hubiera sido desviado, habría dañado a Sora.
—¡Donald! ¡Goofy! ¡Trío límite!
El pato y el ser extraño desaparecieron, la Llave-Espada de Sora brilló con tal intensidad, que Félix tuvo que entrecerrar los ojos. Sora clavó su arma en el suelo; apoyándose en ella, hizo varias volteretas, a la vez que un sello se formaba en el suelo. Una esfera de luz se formó sobre Sora, disparando rayos en varias direcciones.
Marluxia quedó aturdido, mientras Goofy y Donald reaparecían. Donald y Félix lanzaron un hechizo Piro+, a la vez que Goofy golpeaba a Marluxia con su escudo. Riku y Félix golpearon a Marluxia desde abajo, elevándolo aún más. Félix y Sora saltaron y planearon alrededor, lanzando cortes y estocadas. El hombre cayó al suelo con un estruendo.
Sora, Riku y Félix le dieron el golpe final con la punta de sus espadas. Marluxia se deshizo en un destello, dejando pétalos de rosa en su lugar.
—¿Se ha ido? —preguntó Sora, desmaterializando su espada. Naminé se acercó, vacilante, mientras Riku se acomodaba la falda.
—No. Eso fue sólo un clon, una ilusión. Ya he destrozado tres, estoy seguro de que era uno —explicó Félix. Como si algo les hubiera atraído, el grupo observó la amenazante puerta que se erigía frente a ellos.
—El verdadero está allí, ¿cierto? —inquirió el pato. Aunque Félix tardó un rato en entender los extraños sonidos de la criatura, le respondió, mientras hacía aparecer sus dagas—: Sí. Concéntrate un poco y lograrás sentir su poder. Y pensar que sólo es el número once, añadió en su mente.
—En ese caso. Entremos. —expresó Sora. Luego se dirigió a Riku—: Riku, cuida a Naminé.
—¿No te…importa?
—¿Debería? —miró un poco a Félix, antes de decirle—: Félix, has probado que nos apoyas. Tenerte como compañero sería de gran ayuda.

El cuarteto, formado por Sora, Félix, Donald y Goofy, empujó la enorme puerta. Ésta se cerró tras ellos en cuanto entraron a la habitación. Un extraño robot, formado por un metal plateado y pétalos de rosas, les amenazaba con un par de espadas, muy parecidas a la guadaña de Marluxia.
Goofy y Donald desaparecieron en un haz de luz. Las dagas de Félix, que habían estado atadas a su cintura, también lo hicieron. Un extraño peso apareció en un bolsillo interior del atuendo de Félix. Metió la mano, asió el objeto y lo sacó.
Era un mazo de cartas. Algunas eran rojas y otras azules. Las rojas eran de dos tipos distintos: Algunas llevaban por imagen la espada de Félix y otras llevaban las dagas. Las azules también estaban divididas en dos: Unas llevaban flamas mientras que el resto llevaba un pequeño remolino. Además, una carta de color gris llevaba su rostro impreso.
—Son cartas. Sin ellas no puedes atacar. Las rojas son de ataque, las azules magia y las verdes objeto. Las grises tienen distintos efectos, todas ellas provienen de enemigos. —explicó Sora, rápidamente, a la vez que acomodaba sus cartas—. Sólo guárdalas en algún sitio. Será cómo si las vieras en tu mente. Cartas de mayor valor predominan sobre las de menor valor. Las cartas cero predominan sobre todas, pero sólo si las lanzas al final. Podrás juntar hasta tres cartas, espero que lo logremos.
Ambos jóvenes atacaron las espadas de Marluxia, Sora se encargaba de golpearlas mientras Félix se deshacía de los obstáculos.
Muy pronto las armas del robot se rompieron con un estruendo. Félix y Sora golpeaban, intentando deshacerse de las barreras que protegían a Marluxia. El hombre lanzaba botones de rosas, de los cuales salían rayos de energía. De pronto surgió un destello, Sora tomó a Félix de los pies y lo lanzó a la parte superior del robot. Marluxia no tuvo tiempo de reaccionar y la espada le cortó un buen trozo del brazo izquierdo. El hombre soltó un alarido de dolor, mientras lágrimas le corrían por las mejillas.
—Ahora sí le vencimos —señaló Sora, a la vez que Donald y Goofy reaparecían en un destello de luz.
—Aún no. Marluxia no se rendirá tan fácilmente. Estoy seguro de que tiene un segundo plan —respondió Félix. El peso extra en su bolsillo desapareció y sus dagas regresaron a su cintura.
—¡¡Veremos si son capaces de derrotarme en el terreno de la oscuridad!! —vociferó una voz, proveniente de las paredes. El Marluxia que aún se encontraba en el robot, levantó el brazo sano.
Un aura ya conocida rodeó la habitación.
—¡Sora! —Donald y Goofy fueron despedidos hacia la puerta. Ésta se abrió por un momento, dejándolos pasar, para cerrarse de nuevo con un estruendo.

Pero Félix no veía nada de eso. Su mente y alma estaban en otro sitio. Una blancura le rodeaba por doquier. Flotaba. No estaba parado sobre nada.
Y una visión apareció frente a él…




Bueno, espero que les haya gustado. ME dio mucha flojera describir las batallas, por eso ahora son más cortas (de por sí -.-' ).
Estoy terminando el capi 1 de mi minific, a ver si se pasan un rato.
Cya!

[Sophonax]

Aún en el aire, atacó a Marluxia, quien, dejando a Naminé, saltó para esquivar el golpe.

Lo he tenido que leer 8 veces para entenderlo T.T. Aparte de eso, narras bien, quizás un poco rápido para mi gusto. Y la batalla me ha dado también un poco de flojera leerla xD pero nah, sigue escribiendo que vas por buen camino. El fic tiene puntazos, como algunos golpes de humor.

PD: 3 coments??!! a mi solo me comentáis tú y Narra xD...últimamente... aunque se supone que hay más gente que me lee... ¡seguiré escribiendo! xD

[Soul Artist]

La batalla contra el robot sucede con demasiada velocidad, la verdad. Sé que te da flojera, pero...

Aparte de eso, lo que me preguntaste del punto, que sigo sin entenderlo. Es que ese punto no pinta nada ahí, la verdad. Vendrían mejor comillas o algo.

Continúalo.

[Dahlia]

Sí, las batallas dan flojera escribirlas ^^ pero aun asi el capítulo ha estado muy bien. De verdad, la forma en la que metes a Xefil en el Chain of Memories es genial.
¡Síguelo!

[Axelpower]

¡Un capítulo genial! Tengo ganas de que llegue el próximo capítulo Por cierto, te recomiendo que no llames a Goofy "cosa rara" ni nada por el estilo. Corta la magia del Fic.

[Zee]

Dime qué cosa es Goofy y lo cambio xD

[Soul Artist]

Creo que Ax no se refería a que lo cambiaras por lo que es concretamente Goofy, sino el término de "cosa rara". Esas dos palabras en narración rompen completamente la lectura, aunque sea gracioso. De acuerdo que nadie sepa con certeza qué es Goofy (supuestamente un perro, pero...), pero puedes usar otras cosas, como "animal desconocido". En general, "cosa" y "rara" son palabras que se cargan la narración.

(Y si no te referías a eso, corrígeme, Ax xD)

[Axelpower]

No, Narraddor, no te equivocas, me refería a eso exactamente. En lugar de "cosa rara" puedes utilizar "animal desconocido", como ha dicho Narrador, o "extraño ser" y cosas por el estilo. También podrías llamarlo "El acompañante de Sora" o "El amigo de Donald". Por cierto, como dice Narrador, Goofy es un perro. Raro, pero perro.

[Zee]

Capítulo 11 Cae el Castillo del Olvido

Flotante… Sumido en una blancura tan hermosa…
Así es como debe ser…
¿Acaso…estoy en el Reino de los Corazones?
Tonterías…
Félix se colocó en posición vertical, dando patadas y brazadas. Se dio cuenta de que su energía no alimentaba el hechizo, y por lo tanto, alguien más le sostenía en el aire. Se dio cuenta de que no llevaba puesta su ropa de la Organización, sino su viejo chaleco rojo sobre la camiseta gris, las bermudas negras y los zapatos grises. Además, llevaba puestos unos guanteletes rojos y negros, un medallón plateado en forma de llave y su cabello había sido cortado, sin contar que sus armas habían desaparecido.
Se dio cuenta de que se encontraba en movimiento, porque la resistencia del viento movía su ropa y cabello. El vacío blanco a su alrededor empezó a oscurecerse hasta convertirse en un negro abismal. Sus pies tocaron algo sólido y, debido al descuido, cayó de rodillas.
Se puso de pie de nuevo y observó a su alrededor: Estaba sobre un suelo parecido a un vitral. Éste formaba un círculo de unos veinte metros de diámetro, antes de convertirse en total oscuridad. Levitó hasta quedar por encima del vitral y así tener una vista aérea del escenario. El vitral, de color azul, mostraba una imagen suya, en su traje de la Organización, y de Sora cruzando las Llave-espadas. Alrededor, adornando una cinta, había varios sellos, entre los que se encontraba el signo de los Incorpóreos, el llavero de la espada de Sora y la forma de su medallón. Los rostros de cuatro personas, encerrados en pequeños círculos, estaban regados por detrás de Sora y Félix. Dentro de ellos estaban Roxas, Axel, Xion y Félix, éste último con la capucha puesta.
¿Llave…Espada? Yo no tengo…
Repentinamente, algo cortó la energía de su hechizo, haciéndolo caer hacia el vitral. Rodó para reducir el impacto, pero aún así, sintió el enorme dolor cuando se rompieron sus rodillas
—¡¡¡Aarggh!!! ¡¡Curaga!! —gritó Félix, intentando contener el llanto. Su energía se redujo de manera alarmante cuando todo regresó a su lugar. Súbitamente el suelo empezó a vibrar y el sonido del vidrio entrechocar hizo eco en el enorme lugar.
De la infinita oscuridad se alzó la Sombra que había visto varias veces en sus sueños. Tenía los ojos de un color amarillo fosforescente, los músculos realmente marcados y una extraña melena que caía por sus hombros.
Félix dio un salto para hacer más fácil su habilidad para levitar, pero, por alguna razón, el hechizo no funcionó y cayó al suelo. Unos pedestales se levantaron del suelo, mostrando extrañas armas de color azul: Una espada, un escudo y un bastón. Un destello surgió de la nada y la Sombra se quedó paralizada.
Ahora debes elegir…
—¡Muéstrate!
¿Qué es más importante para ti? ¿El ataque, la defensa o la magia? Elige ahora…
Félix se lanzó por la espada, instintivamente. El ataque ayuda a matar antes, pensó. El destello regresó y la Sombra volvió a moverse. El inmenso Sincorazón alzó el brazo y lo dejó caer con todo su peso. Félix rodó hacia un lado y atacó los músculos del monstruo. Sin embargo, la espada no le hizo ningún daño.
Intentó lanzar fuego, pero no logró canalizar ni una chispa. Pensó en que tal vez las batallas se seguían rigiendo por cartas, pero retiró el pensamiento al darse cuenta de que no veía las cartas dentro de su mente.
¡¿Qué sucede?!
Un portal de oscuridad se abrió bajo sus pies, manteniendo al chico en el suelo. La Sombra alzó sus brazos mientras una esfera de oscuridad empezaba a manar de sus dedos. Félix, lleno de pánico, intento soltarse de la trampa, sin obtener resultados. La esfera dejó de crecer y la Sombra se preparó para atacar.
—¡¡No!!
Una luz salió de su mano en el momento de su grito. La pequeña espada se alargó y empezó a moldearse hasta formar una Llave-Espada. Era igual a la de Sora, excepto que la de éste sí tenía llavero, al contrario que la de Félix. Recordó lo que había pensado cuando Roxas le había mostrado las suyas:
“Una Llave-Espada… No estaría mal tener una, supongo.”
—No se puede desperdiciar una oportunidad como esta, ¿no es cierto, amigo? —le dijo a la Sombra, burlándose, mientras se ponía en posición de lucha. El Sincorazón volvió a atacar, dejando caer sus brazos con fuerza. Con bastante agilidad, Félix se deslizó en el suelo, se levantó usando la Llave como apoyo y saltó hacia el brazo de la Sombra. Antes de que ésta reaccionara, corrió hacia el hombro, saltó y se colgó de uno de sus extraños cabellos. Dio el mayor salto de su vida y encajó la punta de la Llave en el ojo de la Sombra. Empezaron a salir chorros de oscuridad, Félix se dejó caer y a mitad del camino incrustó la Llave-Espada donde debería estar el corazón.
La enorme Sombra emitió un chirrido desgarrador, se cubrió las heridas con los brazos. La oscuridad manaba como agua y se colaba entre sus garras, después de unos segundos, el monstruo explotó desde dentro, dejando un rastro de oscuridad. Repentinamente una grieta cruzó el cristal. El peso de Félix hizo que se viniera abajo, hacia la abismal oscuridad…

—¡Xefil! —gritó Sora. El elegido se encontraba avanzando a gatas por el suelo, intentando recoger sus cartas, regadas por el suelo. Félix se levantó, sintiendo el peso de la baraja en el bolsillo de su traje negro. Marluxia estaba a unos 5 metros de Sora, con su guadaña, alargada por un aura rosada. Instantáneamente, Félix pudo visualizar sus cartas. Se puso de pie y recogió todas las cartas que pudo a su paso. Sora rodó para esquivar un ataque de Marluxia, a la vez que Félix saltaba hacia un lado. El joven escuchó la voz de Sora tras de él.:
—¡Junta tus cartas!
Félix tomó una carta de Piro y dos de sus dagas, sólo para experimentar. Juntas tenían un valor de quince. Se quedó quieto, cubriendo a Sora, quien aún seguía recogiendo cartas. Marluxia alzó su guadaña y lanzó una combinación. Félix la vio salir…
—¡¡Catorce!! ¡¡Y quince es mayor!! —lanzó su ataque, rompiendo el de Marluxia. Sus dagas se cubrieron de fuego, y tal y como si se moviera sólo, Félix le lanzó una patada ascendente a Marluxia. El hombre se levantó unos palmos del suelo, momentos que Félix aprovechó para golpearle cinco veces.
El muchacho saltó hacia atrás, esquivando una carta cero de Marluxia. Repentinamente le vino a la mente una idea: La carta gris. Si era suya, en ese caso él ya debía de tener esa habilidad.
—¡Sora! ¡Atrapa! —lanzó la carta hacia su compañero, que lo atrapó con sorprendente habilidad. La lanzó de inmediato: Sus pies se levantaron varios centímetros del suelo y apareció una Llave-Espada blanca en la mano izquierda de Sora.
El elegido se lanzó hacia Marluxia, lanzando ataques rápidos y poderosos. El descenso drástico del poder de Marluxia se sintió en el ambiente. Un pequeño destello se presentó ante Félix y una carta verde con su rostro apareció.
—¡Adelante, Sora! —vociferó, lanzando la carta verde. El muchacho detuvo su ataque para hacerse con la carta.
—¡Es una carta de aliado! —explicó Sora. Bloqueó una carta de Marluxia y se guardó la carta en el bolsillo. Félix dio un corte horizontal y una estocada. De pronto, le vino una idea a la mente:
—¡Combina mi carta! ¡Una tuya y una mía! —se acercó a Sora y le dio una carta de ataque, en la que aparecía su espada. Sora juntó una de Cadena del Reino, la espada de Félix y la carta de aliado del mismo. Las lanzó y, como si alguien les controlara, gritaron al unísono:
—¡¡Vórtice de los Perdidos!!
Ambos flotaron alrededor, a una velocidad casi imposible. El efecto de la carta gris había terminado, por lo tanto Sora llevaba sólo una llave, mientras que blandía Félix su espada blanca. Dieron vueltas en círculo, acorralando a Marluxia, cada uno en dirección contraria. Juntaron las puntas de sus espadas, formando una hoja giratoria. La hoja le abrió enormes heridas al hombre y su sangre salía a borbotones. Rápidamente se quedaba sin fuerzas. Cuando la combinación acabó, Félix atacó con un su última carta…
Y atravesó el corazón de Marluxia.
—Misión cumplida. —susurró el chico, sacando su espada de la carne de su antiguo compañero. Lo que la gente hace por poder, dijo para sí.

Félix ayudó al pequeño Donald a empujar la puerta. Riku y Goofy empujaban el otro lado. La puerta se cerró con un fuerte sonido; Sora sacó su Llave-Espada y finalmente bloqueó la enorme estructura.
—Muchachos, me tengo que ir. —dijo Félix, aproximándose al grupo, que celebraba la victoria.
—¡Vamos, Xefil! ¡Ganamos! —le animó Sora, mientras colocaba los brazos detrás de la cabeza.
—¡Ja! ¿Aún no entiendes? Soy del otro bando, Sora. Seguro que ahora me consideran traidor. Me debo de ir…
—Oh… Entonces, suerte. —Sora le tendió la mano. Félix la tomó y ambos asintieron con la cabeza, deseándose lo mejor. Donald, Goofy y Riku hicieron lo mismo, en ese orden. Luego llegó el turno de Naminé: La chica se paró de puntillas e hizo algo que Félix no esperaba. Le dio un leve beso en la mejilla y susurró un <Gracias> a su oído.

Félix se sentó en el suelo. Aún seguía dentro del castillo, buscando a Zexión y Lexaeus, que supuestamente también estaban en el castillo. Había explorado ya diez pisos y no había encontrado ni una pista de su localización.
Finalmente optó por regresar, pues si quedaba más tiempo allí, más posibilidades había de que lo consideraran traidor. Se levantó y abrió un portal de oscuridad, cuando sintió una fuerte energía en el piso superior. Subió la escalera corriendo; la energía seguía allí, pero no había nadie.
Tienes un gran poder… ¿Has pensado lo que la chica puede hacer? Ella podría regresártelo…
—¡Tú! ¡Tú de nuevo! ¡Eres la voz de aquél lugar oscuro!
Nosotros preferimos llamarlo “Descenso al Corazón”.
—¿Quién es la chica? ¿Qué quieres de mí? —gruñó Félix, materializando sus afiladas dagas.
Queremos defenderte… Cualquiera puede estar en tu contra ahora…
—No me has contestado.
No puedo darte todas las respuestas. La vida no es un panecillo.
—¿Pane…? ¡Oye! ¡Regresa! —vociferó el muchacho. La fuerza había desaparecido de imprevisto. ¿Quién era la chica que podía reestablecerle?
Y se dio cuenta… Reestablecer… Recuerdos…
—¡¡Naminé!! —pensó en voz alta. Abrió el portal de la oscuridad, arrugándolo todo lo posible. Se metió por él y en pocos segundos ya estaba en el piso trece, mas no había nadie en ninguna habitación.
¿A dónde se fueron?
Se dio la vuelta, y se topó de frente con Saïx. El hombre le tomó por el cuello, con una fuerza tremenda. Lo levantó varios palmos del suelo y empezó a apretar cada vez más…
Félix no podía respirar. Los pulmones le quemaban más y más a cada segundo. Su energía se desvanecía… Al igual que su conciencia…
—Xefil, número XV. Acusado de insubordinación. Regresar al Mundo Inexistente para decidir la condena. —dijo el hombre, metiéndose por el portal de oscuridad…





Mal capítulo. Al principio estaba planeado que Félix conociera al verdadero Riku y a DiZ, pero preferí no arriesgarme, ya que no terminé el Reverse/Rebirth.

De ahora en adelante, Goofy será un perro xD

Hasta los tres comentarios, llega la continuación.

Sé que he tardado, pero tenía un bloqueo. No sé cuándo podré actualizar la Guerra Mitológica.

Bueno, eso es todo.
Cya!