Re: Players
Publicado: Dom May 02, 2010 5:00 pm
por Habimaru
Nuestro hamijo Narutador no podrá publicar su obra esta semana, por lo que he tenido que suplirle.
Round 8
Un nuevo día amanecía para Sponsor, que seguía controlando los hilos del Game tal y como quería. Sopho era suficiente motivo para mantener quieto a Creator y el proyecto Pesadilla avanzaba tan bien como debería.
Y ahora podría destruir a todos los Players, que ideaban un estúpido plan contra él.
- Vaya - Sponsor miraba por la ventana mientras se tomaba su café matutino - Parece que hoy va a ser un día más que intenso.
***
Aún más amargo que el café de Sponsor era el sabor que las muertes de Flint y Lady de la anterior Round habían dejado en el resto de Players.
Neipol no se perdonaba haber fallado su misión. Samara había muerto. Ya no le importaba que el veneno que corría por sus venas le consumiera. Pero... Tenía que vengarse.
Inahf se apoyaba contra uno de los muros del local, sintiendo tristeza e ira al mismo tiempo. Axel le había traicionado. No era más que un asesino sin escrúpulos. Y había confiado en él.
- Idiota - la chica golpeó contundentemente la pared con los ojos bañados en lágrimas - Imbécil.
Gambit miró su reloj, cuyas manecillas apuntaban a poco más de las ocho de la mañana.
- Aún no hemos recibido la maldita misión - se quejó - ¿Van a hacernos esperar tanto como ayer?
- Eso es lo que ellos creen - reía Choco, algo sarcástica - Que comience el espectáculo.
- ¿Ya? - preguntó Axy - ¿No deberíamos esperar un poco a que movieran ficha?
- No - sentenció la Traitor - Es nuestra oportunidad para hacerlo.
Choco estaba en lo cierto. El que no hubieran enviado aún ninguna misión era motivo de más para llevar el plan a cabo. El plan que habían pasado gran parte de la noche ideando. El plan que sería su pasaporte de salida de esa maldita ciudad. El plan para ganar el Game. ¿Para qué destrozar a la bestia que era el juego cuando podían destruir su cerebro?
Un tiro certero. Eso es lo que necesitaban. Destruir el núcleo de un solo disparo. Y tenían un plan para ello.
Gracias a los informes que Neipol había obtenido de Madmahon, el camino hacia el Big Building había quedado más que claro. Una pequeña puerta falsa se escondía unos metros a la izquierda de una pequeña señal que el propio Madmahon había colocado. Quizá el camino no fuese el más cómodo (los informes lo describían como angosto y oscuro), pero no había otra forma de llegar al corazón del edificio.
El plan ya estaba listo: Irrumpir en el edificio de forma sigilosa y atacar a Sponsor, llevándose todo lo posible por delante.
Pero había algo que fallaba... Algunos Players. Inahf seguía maldiciendo a Axel, que tampoco se encontraba con ánimos de irrumpir en el Big Building después de lo acontecido. El Traitor tampoco tenía ánimos para el golpe, después de haberla defraudado.
Sopho, tras el duro impacto emocional que había recibido, seguía cabizbajo en un rincón, lo que desalentaba a los demás Players a intentar reclutarlo para el asalto.
Mikun, por su parte, estaba a lo suyo, ignorando cualquier idea del resto del grupo, sin separar la vista del brillante monitor de su portátil por un momento. Muchas páginas de texto e imágenes pasaban frente a sus ojos, que añadían a su mente más dudas de las que les resolvía.
- Entonces... ¿Vais a entrar en el Big Building? - separó su vista de la pantalla para mirar a la Traitor.
- Eso es - afirmó Choco - ¿Qué te parece la idea?
La chica no contestó. Sólo se limitó a sonreír mientras pensaba en todas las incógnitas que podría despejar con la información que pudiera encontrar en el edificio. Especialmente una: Efialtes.
- La unión hace la fuerza - respondió al rato sin perder su sonrisa.
Al otro lado de la fábrica, The Death mantenía una conversación telefónica, asintiendo levemente de vez en cuando, muy interesado por el mensaje del interlocutor.
- Entonces, ¿cree usted que es lo mejor?
> Sí. Debería llevar a los Players Sopho y Gambit, ¿me equivoco?
> ¿Y si se niegan?
> ¿De verdad cree usted que es una buena idea?
> De acuerdo. A sus órdenes - colgó el teléfono y se quedó mirando el suelo pensativo durante un tiempo.
- Quiero ir al Big Building - informó Gambit - He de ir allí.
- ¿Por qué? ¿Qué has perdido allí? - Freya le miró con una expresión burlesca.
- No es lo que haya perdido... Sino lo que pueda perder - tomó la mano de la chica con dulzura - Quiero protegerte. Quiero ir contigo... Si te pasara algo, nunca me lo perdonaría.
- Olvidas con quién hablas, ¿verdad? - Freya se dio un golpe en el pecho con la mano que aún tenía libre - Alguien que te dejaría sin pelotas de una sola patada. Alguien que destrozaría una pared con sus puños sólo por ira. No te preocupes por mí.
- Incluso los mejores guerreros caen si nadie les cubre las espaldas. Y ése - sus ojos se cruzaron de forma intensa - quiero ser yo. Muchos han caído, lo sé. Y para esta misión tan arriesgada... Quiero estar junto a ti.
La chica se sonrojó por unos instantes y apretó la mano de Gambit con fuerza. La tensión se respiraba en el ambiente y ambos compartieron un efímero silencio que parecía no acabar.
- ¡Argh! - gritó Gambit al sentir su mano más presionada de la cuenta.
- Deja de mirarme las tetas - Freya miró hacia otro lado - La próxima vez, te partiré la mano de las pajas.
El Player intentó buscar los ojos de la chica de nuevo, buscando ese "algo" que le había hecho sentir, pero The Death interrumpió su búsqueda, mirándole fijamente bajo la oscuridad de su capucha, con un sentimiento de culpa por romper la atmósfera.
- Lo siento, Paladín, pero tú te vienes conmigo - sentenció.
- ¿Qué? - se escandalizó - ¿Por qué debería hacer eso? ¿Quién eres para ordenarme eso?
- Órdenes de "mi contacto" - giró el móvil en el aire, vacilando.
- Tu... Contacto - Gambit comenzaba a sentir algo de ira - El famoso contacto del que todos hemos oído hablar pero nadie conoce su identidad. ¿Por qué debería hacer caso a ese contacto tuyo? ¿Qué me dice que no estás inventándotelo para tenerme en tus filas? Lo siento, pero he de negarme.
The Death volvió a sacar el móvil y pulsó el botón de rellamada. En su pantalla se mostraba un hombre de aspecto demacrado sentado en una silla de ruedas.
Gambit pareció reconocerlo al instante.
- ¡Creator! - exclamó Gambit.
Los ojos de Choco dejaron un brillo de satisfacción al oír esas palabras. Gambit y Freya sólo se quedaron mirando al hombre encapuchado con una expresión de sorpresa.
- Exacto, Gambit - su voz sonaba algo apagada - Sabíamos que no ibas a acceder tan fácilmente, así que hemos tenido que tomar medidas desesperadas: revelar mi identidad.
- Pero... ¿Por qué? - Gambit no daba crédito a lo que veían sus ojos. Creator estaba interfiriendo directamente en el Game.
Y no era el único. Ya habían visto a Sponsor por las calles. También estaba Freya, que se había colado en el Game después de que empezara. Y ese tipo tan raro del sombrero.
El Game ya no era para nada normal. Y Gambit quería llegar hasta el fondo del asunto.
- Creator... - sonrió Gambit - Parece que la cosa se pone aún más interesante - se emocionó crujiéndose los nudillos. Está bien... ¡Iré contigo, The Death!
Freya dejó caer una mirada de desaprobación por un instante, pero acabó pudiendo dedicar una sonrisa al chico.
- Suerte, Gambit.
Choco reunió al resto de Players para acordar los últimos detalles de la intrusión y se dispuso a pulsar el botón de apertura de la puerta.
- Entonces... ¿Todo claro? - se aseguró - Nos dispersaremos en cuanto salgamos. Es muy peligroso ir todos juntos, los Killers acechan.
Todos asintieron al unísono.
- ¿Todos listos? ¡Allá vamos!
Choco vaciló un solo instante, pero decidió pulsar por fin el botón.
Inahf también quería salir de ese lugar cuanto antes, aunque tomase otro camino distinto. Sólo quería alejarse de ese tipo llamado Axel, que tanto daño le había hecho.
Él por su parte, decidió permanecer en la fábrica en soledad, pensando en cómo enmendar sus estúpidos errores. No quería perder a Inahf por nada del mundo. Y ya lo había hecho.
La puerta se abría poco a poco, dejando entrar la luz de los primeros rayos del día. Uno en concreto cegó a Neipol: el que reflejaba la máscara de Samurái, que aún esperaba en el exterior del edificio mirando la katana que yacía clavada en el suelo.
- Empezaba a aburrirme - reía el Killer, sacando la punta de su espada de la tierra - Pero bueno... ¡Hora de la carnicería!
- No tan rápido - una segunda voz paró a Samurái.
- Vaya, vaya... - miró hacia atrás con sorpresa fingida.
Comando apuntaba a Samurái directamente a la cabeza.
- Corred. ¡Corred, he dicho! - gritó el portador de las armas de fuego.
Los Players aprovecharon la oportunidad que se les brindaba para salir corriendo hacia el Big Building. Todos habían huido. Todos, excepto Inahf, que se quedó petrificada al ver el Comando defendiendo a los Players.
- ¡Y tú también! ¡Lárgate antes de que sea demasiado tarde!
- Pero... Pero... - la chica no podía articular dos palabras seguidas.
- ¡Hazlo! ¡Huye ya!
- No... No...
- Niña - interrumpió Samurái - ¿No te han enseñado a hacerle caso a tus mayores?
Aunque el cerebro no le respondiera, Inahf comenzó a correr sin rumbo fijo, lejos de aquel festival carente de cordura.
Sólo cuando Inahf, la última de los Players por huir, se había alejado lo suficiente Samurái comenzó a reír maniaticamente, girándose poco a poco hacia el Killer que le apuntaba.
- El héroe justiciero - Samurái no paraba de reír - Salvaste el día, campeón.
Comando respondió con un silencio más que expresivo.
- Vaya, no seas así. Los héroes han de ser simpáticos con su némesis.
- Tenía que hacerlo. Este Game está desviándose mucho y has estado a punto de destrozar el último retazo de cordura.
- Olvidas lo que somos...
- Sigo teniéndolo presente. Marionetas al servicio de Sponsor, ¿no?
- Exacto - blandió su espada para bloquear un disparo que pareció surgir de la nada - Sólo somos peones en su juego.
- Eso es o que quieres creer tú. He despertado... Y tengo voluntad propia. Y mi voluntad es DESTRUIR ESTE MALDITO JUEGO.
- Asúmelo, Sponsor todavía guarda ases bajo la manga. No vas a poder rebelarte sin que caigan sobre ti las consecuencias.
- Eso es a lo que me niego. A aceptar esa supremacía dictatorial suya.
- Entonces habrá que hacerlo a la tremenda - tras la máscara, Samurái bostezó - Si el muñeco no funciona, a la basura.
Samurái abandonó el punto de mira de un ágil salto y se dispuso a atacar al otro Killer, que pudo esquivar con gracia varias de sus estocadas e intentos de corte.
- ¿Y esa es tu idea? ¿Intentar atravesarme con esa espada tuya?
- Eso parece. Tu cuerpo no aguantará más que el mío en una batalla cuerpo a cuerpo. Al fin y al cabo, tú eres "el Killer de las pistolas".
Samurái atacó de nuevo a Comando, sin lograr realizarle el más mínimo arañazo. Comando disparaba sin acertar una sola de las balas. Desde tan cerca, las que lograban acercarse a su rival eran fácilmente bloqueadas por la hoja de acero.
- Muere.
Pero ése no era el objetivo de Samurái. Un objeto del tamaño de un grano de arroz brillaba en su mano libre. El espadachín volvió a atacar con fiereza. En uno de los ataques, golpeó con su otra mano el cuello de Comando, que cayó al suelo, convulsionando.
- Y ése es el último juguetito de Sponsor - reía Samurái envainando su katana - ¿Qué te parece?
- Agh... - a Comando le costaba contestar.
- Uno de los últimos avances del proyecto Pesadilla. Esa preciosidad permite a Sponsor controlar a cualquier persona con Pesadilla en el cuerpo.
- Esta tecnología incompleta - vaciló Comando desde el suelo - No funcionará...
El Killer reflexionó. No era una buena idea que su rival supiera que su intento había fallado y no le causaba más que dolor. Decidió permanecer tirado en el suelo, murmurando cosas ininteligibles, para que Samurái desapareciera de su vista.
- ¿Que no funcionaba? ¡Já! - rió el otro Killer antes de marcharse - Saluda al cabrón de rojo de mi parte.
Comando se levantó tras unos interminables minutos de sufrimiento cervical y empezó a caminar, buscando algo con lo que calmar el dolor. Entonces, un chispazo de color azul le cegó por un momento. Sus mirada cambió de una forma radical y sus labios sólo moldearon dos palabras:
- Yes, master.
Narrador no ha podido revisar personalmente el contenido del capítulo, así que me disculpo de antemano de las incoherencias que pueda haber, de los fallos de estilo y de las faltas de ortografía que se me hayan podido resbalar. También disculparme por la carencia de detalles adicionales, ya que temía que fueran incorrectos. Aún así, he hecho lo que he podido y creo que no decepciona.
Tambien decir que, a excepción de la línea final no he tenido tiempo a poner las palabras en cursiva. Pero ya os imágináis cuáles son, como siempre.
Gracias por vuestra comprensión y por agunantar a otro redactor más en Players.
Spoiler: Mostrar
Un nuevo día amanecía para Sponsor, que seguía controlando los hilos del Game tal y como quería. Sopho era suficiente motivo para mantener quieto a Creator y el proyecto Pesadilla avanzaba tan bien como debería.
Y ahora podría destruir a todos los Players, que ideaban un estúpido plan contra él.
- Vaya - Sponsor miraba por la ventana mientras se tomaba su café matutino - Parece que hoy va a ser un día más que intenso.
Aún más amargo que el café de Sponsor era el sabor que las muertes de Flint y Lady de la anterior Round habían dejado en el resto de Players.
Neipol no se perdonaba haber fallado su misión. Samara había muerto. Ya no le importaba que el veneno que corría por sus venas le consumiera. Pero... Tenía que vengarse.
Inahf se apoyaba contra uno de los muros del local, sintiendo tristeza e ira al mismo tiempo. Axel le había traicionado. No era más que un asesino sin escrúpulos. Y había confiado en él.
- Idiota - la chica golpeó contundentemente la pared con los ojos bañados en lágrimas - Imbécil.
Gambit miró su reloj, cuyas manecillas apuntaban a poco más de las ocho de la mañana.
- Aún no hemos recibido la maldita misión - se quejó - ¿Van a hacernos esperar tanto como ayer?
- Eso es lo que ellos creen - reía Choco, algo sarcástica - Que comience el espectáculo.
- ¿Ya? - preguntó Axy - ¿No deberíamos esperar un poco a que movieran ficha?
- No - sentenció la Traitor - Es nuestra oportunidad para hacerlo.
Choco estaba en lo cierto. El que no hubieran enviado aún ninguna misión era motivo de más para llevar el plan a cabo. El plan que habían pasado gran parte de la noche ideando. El plan que sería su pasaporte de salida de esa maldita ciudad. El plan para ganar el Game. ¿Para qué destrozar a la bestia que era el juego cuando podían destruir su cerebro?
Un tiro certero. Eso es lo que necesitaban. Destruir el núcleo de un solo disparo. Y tenían un plan para ello.
Gracias a los informes que Neipol había obtenido de Madmahon, el camino hacia el Big Building había quedado más que claro. Una pequeña puerta falsa se escondía unos metros a la izquierda de una pequeña señal que el propio Madmahon había colocado. Quizá el camino no fuese el más cómodo (los informes lo describían como angosto y oscuro), pero no había otra forma de llegar al corazón del edificio.
El plan ya estaba listo: Irrumpir en el edificio de forma sigilosa y atacar a Sponsor, llevándose todo lo posible por delante.
Pero había algo que fallaba... Algunos Players. Inahf seguía maldiciendo a Axel, que tampoco se encontraba con ánimos de irrumpir en el Big Building después de lo acontecido. El Traitor tampoco tenía ánimos para el golpe, después de haberla defraudado.
Sopho, tras el duro impacto emocional que había recibido, seguía cabizbajo en un rincón, lo que desalentaba a los demás Players a intentar reclutarlo para el asalto.
Mikun, por su parte, estaba a lo suyo, ignorando cualquier idea del resto del grupo, sin separar la vista del brillante monitor de su portátil por un momento. Muchas páginas de texto e imágenes pasaban frente a sus ojos, que añadían a su mente más dudas de las que les resolvía.
- Entonces... ¿Vais a entrar en el Big Building? - separó su vista de la pantalla para mirar a la Traitor.
- Eso es - afirmó Choco - ¿Qué te parece la idea?
La chica no contestó. Sólo se limitó a sonreír mientras pensaba en todas las incógnitas que podría despejar con la información que pudiera encontrar en el edificio. Especialmente una: Efialtes.
- La unión hace la fuerza - respondió al rato sin perder su sonrisa.
Al otro lado de la fábrica, The Death mantenía una conversación telefónica, asintiendo levemente de vez en cuando, muy interesado por el mensaje del interlocutor.
- Entonces, ¿cree usted que es lo mejor?
> Sí. Debería llevar a los Players Sopho y Gambit, ¿me equivoco?
> ¿Y si se niegan?
> ¿De verdad cree usted que es una buena idea?
> De acuerdo. A sus órdenes - colgó el teléfono y se quedó mirando el suelo pensativo durante un tiempo.
- Quiero ir al Big Building - informó Gambit - He de ir allí.
- ¿Por qué? ¿Qué has perdido allí? - Freya le miró con una expresión burlesca.
- No es lo que haya perdido... Sino lo que pueda perder - tomó la mano de la chica con dulzura - Quiero protegerte. Quiero ir contigo... Si te pasara algo, nunca me lo perdonaría.
- Olvidas con quién hablas, ¿verdad? - Freya se dio un golpe en el pecho con la mano que aún tenía libre - Alguien que te dejaría sin pelotas de una sola patada. Alguien que destrozaría una pared con sus puños sólo por ira. No te preocupes por mí.
- Incluso los mejores guerreros caen si nadie les cubre las espaldas. Y ése - sus ojos se cruzaron de forma intensa - quiero ser yo. Muchos han caído, lo sé. Y para esta misión tan arriesgada... Quiero estar junto a ti.
La chica se sonrojó por unos instantes y apretó la mano de Gambit con fuerza. La tensión se respiraba en el ambiente y ambos compartieron un efímero silencio que parecía no acabar.
- ¡Argh! - gritó Gambit al sentir su mano más presionada de la cuenta.
- Deja de mirarme las tetas - Freya miró hacia otro lado - La próxima vez, te partiré la mano de las pajas.
El Player intentó buscar los ojos de la chica de nuevo, buscando ese "algo" que le había hecho sentir, pero The Death interrumpió su búsqueda, mirándole fijamente bajo la oscuridad de su capucha, con un sentimiento de culpa por romper la atmósfera.
- Lo siento, Paladín, pero tú te vienes conmigo - sentenció.
- ¿Qué? - se escandalizó - ¿Por qué debería hacer eso? ¿Quién eres para ordenarme eso?
- Órdenes de "mi contacto" - giró el móvil en el aire, vacilando.
- Tu... Contacto - Gambit comenzaba a sentir algo de ira - El famoso contacto del que todos hemos oído hablar pero nadie conoce su identidad. ¿Por qué debería hacer caso a ese contacto tuyo? ¿Qué me dice que no estás inventándotelo para tenerme en tus filas? Lo siento, pero he de negarme.
The Death volvió a sacar el móvil y pulsó el botón de rellamada. En su pantalla se mostraba un hombre de aspecto demacrado sentado en una silla de ruedas.
Gambit pareció reconocerlo al instante.
- ¡Creator! - exclamó Gambit.
Los ojos de Choco dejaron un brillo de satisfacción al oír esas palabras. Gambit y Freya sólo se quedaron mirando al hombre encapuchado con una expresión de sorpresa.
- Exacto, Gambit - su voz sonaba algo apagada - Sabíamos que no ibas a acceder tan fácilmente, así que hemos tenido que tomar medidas desesperadas: revelar mi identidad.
- Pero... ¿Por qué? - Gambit no daba crédito a lo que veían sus ojos. Creator estaba interfiriendo directamente en el Game.
Y no era el único. Ya habían visto a Sponsor por las calles. También estaba Freya, que se había colado en el Game después de que empezara. Y ese tipo tan raro del sombrero.
El Game ya no era para nada normal. Y Gambit quería llegar hasta el fondo del asunto.
- Creator... - sonrió Gambit - Parece que la cosa se pone aún más interesante - se emocionó crujiéndose los nudillos. Está bien... ¡Iré contigo, The Death!
Freya dejó caer una mirada de desaprobación por un instante, pero acabó pudiendo dedicar una sonrisa al chico.
- Suerte, Gambit.
Choco reunió al resto de Players para acordar los últimos detalles de la intrusión y se dispuso a pulsar el botón de apertura de la puerta.
- Entonces... ¿Todo claro? - se aseguró - Nos dispersaremos en cuanto salgamos. Es muy peligroso ir todos juntos, los Killers acechan.
Todos asintieron al unísono.
- ¿Todos listos? ¡Allá vamos!
Choco vaciló un solo instante, pero decidió pulsar por fin el botón.
Inahf también quería salir de ese lugar cuanto antes, aunque tomase otro camino distinto. Sólo quería alejarse de ese tipo llamado Axel, que tanto daño le había hecho.
Él por su parte, decidió permanecer en la fábrica en soledad, pensando en cómo enmendar sus estúpidos errores. No quería perder a Inahf por nada del mundo. Y ya lo había hecho.
La puerta se abría poco a poco, dejando entrar la luz de los primeros rayos del día. Uno en concreto cegó a Neipol: el que reflejaba la máscara de Samurái, que aún esperaba en el exterior del edificio mirando la katana que yacía clavada en el suelo.
- Empezaba a aburrirme - reía el Killer, sacando la punta de su espada de la tierra - Pero bueno... ¡Hora de la carnicería!
- No tan rápido - una segunda voz paró a Samurái.
- Vaya, vaya... - miró hacia atrás con sorpresa fingida.
Comando apuntaba a Samurái directamente a la cabeza.
- Corred. ¡Corred, he dicho! - gritó el portador de las armas de fuego.
Los Players aprovecharon la oportunidad que se les brindaba para salir corriendo hacia el Big Building. Todos habían huido. Todos, excepto Inahf, que se quedó petrificada al ver el Comando defendiendo a los Players.
- ¡Y tú también! ¡Lárgate antes de que sea demasiado tarde!
- Pero... Pero... - la chica no podía articular dos palabras seguidas.
- ¡Hazlo! ¡Huye ya!
- No... No...
- Niña - interrumpió Samurái - ¿No te han enseñado a hacerle caso a tus mayores?
Aunque el cerebro no le respondiera, Inahf comenzó a correr sin rumbo fijo, lejos de aquel festival carente de cordura.
Sólo cuando Inahf, la última de los Players por huir, se había alejado lo suficiente Samurái comenzó a reír maniaticamente, girándose poco a poco hacia el Killer que le apuntaba.
- El héroe justiciero - Samurái no paraba de reír - Salvaste el día, campeón.
Comando respondió con un silencio más que expresivo.
- Vaya, no seas así. Los héroes han de ser simpáticos con su némesis.
- Tenía que hacerlo. Este Game está desviándose mucho y has estado a punto de destrozar el último retazo de cordura.
- Olvidas lo que somos...
- Sigo teniéndolo presente. Marionetas al servicio de Sponsor, ¿no?
- Exacto - blandió su espada para bloquear un disparo que pareció surgir de la nada - Sólo somos peones en su juego.
- Eso es o que quieres creer tú. He despertado... Y tengo voluntad propia. Y mi voluntad es DESTRUIR ESTE MALDITO JUEGO.
- Asúmelo, Sponsor todavía guarda ases bajo la manga. No vas a poder rebelarte sin que caigan sobre ti las consecuencias.
- Eso es a lo que me niego. A aceptar esa supremacía dictatorial suya.
- Entonces habrá que hacerlo a la tremenda - tras la máscara, Samurái bostezó - Si el muñeco no funciona, a la basura.
Samurái abandonó el punto de mira de un ágil salto y se dispuso a atacar al otro Killer, que pudo esquivar con gracia varias de sus estocadas e intentos de corte.
- ¿Y esa es tu idea? ¿Intentar atravesarme con esa espada tuya?
- Eso parece. Tu cuerpo no aguantará más que el mío en una batalla cuerpo a cuerpo. Al fin y al cabo, tú eres "el Killer de las pistolas".
Samurái atacó de nuevo a Comando, sin lograr realizarle el más mínimo arañazo. Comando disparaba sin acertar una sola de las balas. Desde tan cerca, las que lograban acercarse a su rival eran fácilmente bloqueadas por la hoja de acero.
- Muere.
Pero ése no era el objetivo de Samurái. Un objeto del tamaño de un grano de arroz brillaba en su mano libre. El espadachín volvió a atacar con fiereza. En uno de los ataques, golpeó con su otra mano el cuello de Comando, que cayó al suelo, convulsionando.
- Y ése es el último juguetito de Sponsor - reía Samurái envainando su katana - ¿Qué te parece?
- Agh... - a Comando le costaba contestar.
- Uno de los últimos avances del proyecto Pesadilla. Esa preciosidad permite a Sponsor controlar a cualquier persona con Pesadilla en el cuerpo.
- Esta tecnología incompleta - vaciló Comando desde el suelo - No funcionará...
El Killer reflexionó. No era una buena idea que su rival supiera que su intento había fallado y no le causaba más que dolor. Decidió permanecer tirado en el suelo, murmurando cosas ininteligibles, para que Samurái desapareciera de su vista.
- ¿Que no funcionaba? ¡Já! - rió el otro Killer antes de marcharse - Saluda al cabrón de rojo de mi parte.
Comando se levantó tras unos interminables minutos de sufrimiento cervical y empezó a caminar, buscando algo con lo que calmar el dolor. Entonces, un chispazo de color azul le cegó por un momento. Sus mirada cambió de una forma radical y sus labios sólo moldearon dos palabras:
- Yes, master.
Narrador no ha podido revisar personalmente el contenido del capítulo, así que me disculpo de antemano de las incoherencias que pueda haber, de los fallos de estilo y de las faltas de ortografía que se me hayan podido resbalar. También disculparme por la carencia de detalles adicionales, ya que temía que fueran incorrectos. Aún así, he hecho lo que he podido y creo que no decepciona.
Tambien decir que, a excepción de la línea final no he tenido tiempo a poner las palabras en cursiva. Pero ya os imágináis cuáles son, como siempre.
Gracias por vuestra comprensión y por agunantar a otro redactor más en Players.